jueves, 26 de septiembre de 2013

La imagen de España

Cuando afrontamos este segundo tema del curso, en concreto, la parte correspondiente con la situación de España en el mundo, hicimos referencia entre otros a dos aspectos: el IDH y el tema de la imagen de España. Con respecto al Índice de Desarrollo Humano español en la actualidad que ha pasado del puesto 20 que teníamos en el año 2010,  al 23 que tenemos en la actualidad. Estaríamos en lo que se considera el margen inferior al IDH muy alto., así como a la idea de la imagen exterior de España, y aparecieron en clase dos ideas básicas.

A su vez cuando hablamos de la imagen exterior de España surgieron dos cuestiones interesantes. La primera tenía que ver con la imagen que tienen de España como país en el exterior. La segunda como ha habido un intento por  mejorar esa imagen desde el punto de vista institucional a través de la aparición de una idea: la Marca España.

En el primer apartado señalar que Javier Noya, un investigador de la imagen exterior de España perteneciente al Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos, un instituto cuyo objetivo es ser un foro de análisis y discusión , y director igualmente del Observatorio de la Marca España, publicó este mismo año un libro con el título “Visión del exterior: la imagen de España en el mundo" en el que destaca como los casos de corrupción política son una de las debilidades de la imagen, así como el clima de pesimismo, y la creencia de que España no presenta un entorno favorable para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, o que los productos y servicios españoles son "regulares tirando a malos". Como muestra un botón y lo comprobamos el curso anterior cuando expusimos lo más relevante que se había publicado en la prensa internacional sobre España en el verano de 2012.

Según este investigador España debería diseñar una estrategia de diplomacia pública que sitúe a España en el mapa político internacional y de proyección económica exterior. Y en esto hemos llegado a lo segundo.





Ya os comenté que íbamos a ver que era eso de la Marca España y he encontrado una página en castellano e inglés. Según la misma, la Marca España tiene como objetivo es mejorar la imagen de nuestro país, tanto en el interior como más allá de nuestras fronteras, en beneficio del bien común. Se trata de un elemento emocional 
Esta idea parte de que vivimos en un mundo globalizado, y que una buena imagen de país es un activo que sirve para respaldar la posición internacional del Estado español en materia de política, económica, cultural, social, científica y tecnológicamente. Hasta el momento la marca país de España se ligaba al sol, la playa y a la riqueza cultural, pero no a las empresas y a la competitividad.  
Se piensa que la mejora de la imagen de nuestro país tanto en el exterior como en el interior contribuirá al aumento de las exportaciones, la atracción de inversión extranjera a España, el apoyo a la internacionalización de nuestras empresas –potenciando el efecto tractor de las grandes empresas sobre las PYMES que buscan nichos en el mercado exterior –, el incremento del turismo y, en definitiva, la recuperación económica de España. 
Como vías que se han de publicitar de la imagen de España están tanto los elementos culturales vinculados con la historia como otros centrados en la modernidad. Es por lo que esta Marca intenta resaltar que estamos en la vanguardia en sectores tales como las energías renovables, la alta velocidad, las infraestructuras, el transporte, la logística, el sector financiero, la seguridad, las TICs, la biotecnología, en definitiva en la innovación, pero igualmente en elementos tradiciones y culturales, ya sea vinculados con la diversidad cultural del país desde el punto de vista lingüístico, con su legado cultural en lo literario, en lo artístico o en la gastronómico, pero también en aspectos tales nuestras empresas o en nuestros deportistas. 
Resulta especialmente interesante y curioso moverse por las distintas pestañas de la página. Con un total de ocho se nos informa de aspectos tales como Economía y Empresa, Educación , Cultura y Sociedad, Instituciones e Historia, así como una muy interesante con el título de “Sabías que…” que informa a su vez de datos, porcentajes, inventos y curiosidades que España ofrece al mundo en diversos ámbitos como la tecnología, medio ambiente, infraestructuras, deporte, turismo… además de otros apartados.

La actividad que os propongo es que la visitéis, que la valoréis e indiquéis aspectos que os resulten interesantes sobre la Marca España y que hayas localizado en esta página.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

¿Escenario apocalíptico para un euro ?


En la entrada de ayer vimos como el euro entró de lleno en la economía de España y la repercusión que tuvo la introducción de la actual moneda. Sin embargo, la crisis económica que vivimos y los efectos sociales de la misma ha provocado que algunas personas hayan cuestionado la viabilidad de esta moneda y propugnan una salida de la misma, no sólo en España, sino en otros países del eurogrupo.

Lo cierto es que cuando uno bucea en internet y encuentra artículos que hablan de esa posible salida y los efectos de la misma lo único que hace es preocuparse. En esta entrada os muestro la visión apocalíptica - cierta o no, no lo sé- sobre lo que podría pasar en el país si salimos del euro. Esto es solo una visión, existen otras y no estaría de más ver otras opiniones para contrastarla y hacerse así una buena composición de lugar.   
En general, gran parte de los analistas económicos y muchos políticos, no todos, coinciden en argumentar que salir del euro sería muy perjudicial tanto para España como para el resto de la UE y las razones que esgrimen son diversas.

Si diésemos un portazo al euro tendríamos, por lo pronto, que crear una nueva moneda o volver a la que teníamos, la peseta. Lo mejor de ello sería que España volvería a retomar el control sobre su moneda, es decir, volvería a dirigir su propia política monetaria. Y la primera medida que podríamos aplicar con esta moneda es devaluarla. La devaluación de la nueva moneda nacional - la principal ventaja que se esgrime ante una hipotética salida del euro - , nos permitiría, en principio, ser más competitivos frente a nuestros vecinos, porque podríamos exportar más, y a precios más baratos, además de ser más competitivos en un sector tan estratégico como el turismo. Con ello España volvería a dirigir su política monetaria, al retomar el control sobre su moneda. 
Sin embargo, la devaluación implica una pérdida progresiva del valor de la moneda nacional, una mayor inflación y unos altos tipos de interés. A la larga, las devaluaciones sucesivas suponen el deterioro de las economías, porque se exporta más barato, pero costaría más importar, pues los precios exteriores resultan muy caros. Es probable , en este caso, que se fomentara una industria interior para satisfacer al mercado nacional.
Algunos analistas estiman que la nueva moneda se depreciaría una media del 50%, con lo que las familias y las empresas serían un 50% más pobres. Así, la devaluación monetaria traería consigo un empobrecimiento generalizado de todo el país. A esto se le suma que una nueva moneda implicaría un mayor gasto por los costes derivados de la adaptación de la contabilidad, los sistemas informáticos y los cajeros, así como de la emisión de las nuevas monedas y billetes y acostumbrarse a realizar los cálculos en la nueva unidad monetaria. Es decir, se llevarían a cabo los mismos costes que se produjeron al introducir el euro pero, en esta ocasión, sin el plazo de tres años de que se dispuso entonces para asimilarlos. 
El segundo efecto que nos podríamos encontrar es el inicio de una grave crisis bancaria que surgiría por la retirada masiva de fondos en euros de los bancos - pues aparentemente tendrían más valor que la nueva  moneda-  y una huida de capitales hacia otras economías más estables. Los ciudadanos sacarían de los bancos sus capitales en euros antes de que se produjera la conversión a la nueva moneda, que surgiría ya muy depreciada. En ese caso, es probable que las autoridades gubernamentales impondrían limitaciones a las retiradas de los depósitos, es decir, se produciría un "corralito" financiero. 
Estas medidas, unidas a la disminución del crédito por parte de las entidades en apuros, restringirían el consumo y la inversión, con la consecuente contracción de la producción y el empleo. Además, muchos españoles perderían sus ahorros, al colapsarse la banca, y el Estado ya no tendría capacidad económica para rescatarla. Así que nos enfrentaríamos con una crisis bancaria.

En este contexto, como tercer elemento que debemos tener presente es que nos encontraríamos con un problema añadido: el aumento de la deuda, pues tanto la deuda, pública como privada, se emite en euros desde 1999 y España habría de pagar esa deuda en esta moneda. Tanto el Estado como las empresas tendrían que hacer frente a sus obligaciones con terceros en euros o hacer una suspensión de pagos. Esta última opción, la suspensión de pagos, cerraría para nuestro país y sus compañías los mercados internacionales de capitales. La falta de esos flujos de capital extranjero, unida a la devaluación, llevaría al Gobierno a no pagar sus deudas, y, por lo tanto, al impago. 
Montante de la deuda pública entre algunos países de la UE



Tras el impago del país, éste y las empresas, difícilmente, podrían seguir financiándose en el exterior por lo que muchas empresas españolas quebrarían, cerrarían o encarecían sus precios con lo que aumentaría la inflación. La imposibilidad de financiarse provocaría que las entidades financieras restringieran aún más sus condiciones para conceder préstamos y créditos a los ciudadanos. Por lo que se generaría un efecto dominó de quiebra de algunos bancos europeos (que fueron prestamistas de España) y nacionales, con el consiguiente contagio a otros países de Europa y Latinoamérica.

Ante estas restricciones en los créditos de los bancos, el Banco de España, ya nuevamente soberano, tendría que subir el tipo de interés del dinero con lo que afectaría al consumo y al empleo. Una hipoteca o un préstamo sería tan costoso para los clientes que el consumo quedaría posiblemente reducido a la nada. Eso sí, las hipotecas dejarían de estar referenciadas con respecto al euríbor. 
Ante la falta de liquidez, el Banco de España tendría que imprimir moneda para abonar sus deudas, con lo que se produciría un proceso inflacionista y los mercados de divisas reaccionarían depreciando de nuevo la moneda, al encarecerse aún más las importaciones. 
A este proceso de la inflación se le uniría el del paro, ya que las subidas de precios reducirían el consumo y el aumento de los tipos de interés reduciría la inversión, con la consecuente contracción de la producción. Estos datos, unidos al cierre de las empresas, incrementarían los niveles de desempleo. Ante la disminución de la producción y el aumento del paro, el siguiente paso sería la bajada de los salarios, ya que los mismos , posiblemente, bajarían ante el aumento del número de parados y, por lo tanto, de la demanda laboral.  
La salida del euro, según algunos analistas, supondría para España una caída de su Producto Interior Bruto del 13%, que se complicaría con las unas importaciones más caras y un comercio  exterior más complicado.
En definitiva este sería el escenario “apocalíptico” con la salida. Nos encontraríamos, posiblemente, con una devaluación, una crisis bancaria, un aumento de la deuda, una numerosa quiebra empresarial, mayores restricciones en los créditos de los bancos, un incremento de la inflación, una subida de los tipos de interés, una bajada de los salarios y un aumento del paro.
Sinceramente, si eso es así daría un poco de miedo y es preferible quedarse como estamos. Aunque nadie garantiza que de producirse la salida de un país de la zona del euro, no se produzca un efecto contagio a otros miembros de la UE. Esperemos no verlo.

De cualquier manera este escenario, como he dicho anteriormente "apocalíptico", supongo que podría matizarse o incluso rebatirse. Opinad sobre lo leído y buscad información sobre aquellos que defienden la salida del euro. 

martes, 24 de septiembre de 2013

Aproximación al euro


Hemos visto en clase que fueron muchos los cambios vividos en España desde su incorporación a la Unión Europea. Uno de los cambios más trascendentales fue el monetario que , entre otras cosas, provocó que una moneda centenaria como la peseta diera paso a otra más joven , pero también más controvertida: el euro. 
El nombre de euro fue adoptado oficialmente el 16 de diciembre de 1995. Como moneda de cuenta se introdujo en los mercados financieros mundiales el 1 de enero de 1999, reemplazando la antigua Unidad Monetaria Europea - conocida como ECU- en una proporción de 1:1. 
Las monedas y billetes del euro entraron en circulación el 1 de enero de 2002 en los 12 estados de la UE que adoptaron el euro en aquel año:  Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal, inicialmente. Además también adoptaron el euro aquel año los microestados de Mónaco, San Marino y Ciudad del Vaticano, que tenían acuerdos con países de la UE. Al introducirse el euro en España el valor de equivalencia era de 1 euro por 166,386 pesetas. 

El euro (€) es una de las creaciones más genuinas de la Unión Europea. Es la moneda usada por las instituciones de la Unión Europea, pero también es la segunda moneda de intercambio más importante del mundo después del dólar y la segunda moneda de reserva, siendo además la moneda oficial de 21 países entre ellos 17 de los 28 estados miembros de la Unión Europea (UE), conocidos colectivamente como la eurozona. 
Desde 1993 se había planteado la idea de una moneda común dentro de la Unión Económica y Monetaria europea, pero fue en Madrid cuando se acordó la creación de una moneda común europea –bajo la denominación de euro– con fecha de puesta en circulación en enero del año 2001. Inicialmente fueron once países, ya citados  anteriormente, los que acordaron integrarse, y en 2001 se les unió Grecia. 
Esta eurozona a día de hoy está integrada por Alemania, Austria, Bélgica, Chipre ( a partir del año 2008), Eslovaquia( a partir del año 2009), Eslovenia (a partir del año 2007) , España, Estonia ( a partir del año 2011), Finlandia, Francia , Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Malta ( a partir del año 2008), Países Bajos, y Portugal. Además de estos países lo han adoptado otros cuatro microestados europeos: Ciudad del Vaticano, Mónaco, San Marino y Andorra.

Además, el euro ha sido adoptado por otros países como Montenegro y Kosovo a pesar de no pertenecer a la Unión Europea. Se trata pues de una amplia zona en la que operan unas 332 millones de personas. 
Han quedado , por ahora, fuera de la zona euro once países que son Bulgaria, Croacia, Dinamarca, Letonia – que la adoptará en 2014- , Lituania, Hungría, Polonia, República Checa, Reino Unido, Rumanía y Suecia. Dinamarca y Suecia tras un referéndum y el Reino  Unido por decisión propia.

En mayo de 2013, la Comisión Europea planteó la posibilidad de retirar de circulación las monedas de 1 y 2 céntimos de euro – como ya han realizado Finlandia y Países Bajos- debido a que los costes de producción superan su valor y han provocado pérdidas acumuladas de 1.400 millones de euros desde 2002 a laeurozona. Estos costes aconsejarían, según Bruselas, dejar de acuñar monedas de 1 y 2 céntimos. No obstante, el Ejecutivo comunitario avisa de que ello podría provocar una «reacción negativa» entre los ciudadanos por los redondeos de precio que causaría. Además de su posible retirada de circulación, la Comisión sugiere otros tres posibles escenarios para el futuro de las monedas de 1 y 2 céntimos: mantener la situación actual, seguir acuñándolas pero a un coste más reducido y dejar de emitirlas pero permitir que se sigan utilizando. 
Con la crisis financiera que está viviendo Europa en su conjunto, y los países del mediterráneo en particular, más Irlanda, que se ha agravado a partir de 2011, a raíz de la crisis financiera griega y la posterior crisis de la deuda soberana europea, se ha especulado con la posibilidad de que un país pueda abandonar la moneda común, en concreto Grecia, cuya prima de riesgo le impide financiarse en los mercados exteriores. 
La introducción del euro ha tenido tantas ventajas como desventajas. Entre las primeras destacan la reducción de los riesgos provenientes del tipo de cambio, ya que al tener la eurozona una única moneda las ganancias no se pierden en intercambios innecesarios; otra de sus ventajas es la eliminación de los costes asociados a las transacciones bancarias entre divisas ( los llamados costes de conversión); igualmente una única moneda facilita la creación de concentraciones empresariales transnacionales dentro de la zona euro. Aunque no todo son ventajas pues la creación de la moneda única ha supuesto la pérdida del control del valor de una moneda propia con la que poder afrontar una crisis económica como la actual. En este caso una devaluación de la moneda se convertía en una herramienta eficaz para estimular la competitividad de bienes y servicios producidos en un determinado dado.

Todo esto ha provocado que en parte de la población de los países afectados por esta tremenda crisis que afecta a la Europa del Sur (Grecia, Portugal, España e Italia) - los llamados PIGS (Portugal, Italy, Greece, Spain)- , así como a Irlanda, exista una corriente crítica con el euro y que incluso se hayan levantado voces a favor del abandono de la moneda común. Pero esta es otra historia que tendrá que ser contada en otro momento. 

En esta entrada se ha expuesto cómo entramos en el euro y algunas de sus ventajas e inconvenientes. Sin embargo, lo que os planteo es la siguiente ¿qué supuso para la economía, en general, y para la economía doméstica, en particular, la entrada de España en el euro?

jueves, 19 de septiembre de 2013

Una hora más en España

Estamos acostumbrados a escuchar por radio cuando dan un boletín informativo que en Canarias es una hora menos. El pasado miércoles estuvimos hablando en clase sobre la importancia de los husos horarios y la necesidad de tenerlos presentes en nuestros desplazamientos internacionales. En la actualidad nosotros nos regimos por un huso horario común a otros muchos países de la Europa Occidentales como , por ejemplo, Alemania, Francia, Holanda o Bélgica. Sin embargo, con Gran Bretaña o Irlanda nos llevamos la mayor parte del país, salvo el archipiélago canario, una hora menos. 
Sin embargo, esto puede cambiar en breve plazo. Es cierto que España tiene ese huso horario desde 1942, momento en que pasamos de 0 GMT (o sea, el horario de Greenwich) a +1 GMT. Es cierto que el huso horario británico ya se propuso una vez para Galicia, que se equipararía con Portugal. 

¿Podría adoptar España un nuevo horario? Podría hacerlo y de hecho se está estudiando. La realidad es que El Congreso ha cerrado el informe por el que pide al Gobierno un estudio socioeconómico para conocer en detalle cuál sería la incidencia económica global de un posible cambio de huso horario en España, recuperando la antigua vinculación al huso horario de Greenwich en Londres (0 GMT) (una hora menos). 

El informe además apuesta por las jornadas continuas de trabajo, con una breve pausa para comer, para favorecer la vida personal y laboral. Se trata de algunas de las conclusiones del trabajo que hoy 19 de septiembre ha cerrado la subcomisión o grupo de trabajo para el estudio de la Racionalización de Horarios, la Conciliación de la Vida Personal, Familiar y Laboral y la Corresponsabilidad del Congreso de los Diputados, en el que los diputados han trabajado durante cerca de nueve meses, gracias a la aportación de numerosos expertos. Así, la subcomisión considera que este cambio de horarios incidiría "favorablemente" en la conciliación de todas las personas, permitiendo disponer de más tiempo para la familia, la formación, la vida personal, el ocio, y evitando tiempos muertos en la jornada laboral diaria. 
El texto elaborado por este grupo de trabajo se afirma que España vive una situación "anómala" puesto que se encuentra en el huso horario de Europa central, cuando debería estar en el Europeo occidental. "Por esta razón nuestro horario se rige más por el Sol que por el reloj", añade el texto, que también indica que a esta situación se le añade una organización horaria laboral "también singular" y que en nada se parece al resto de Europa, especialmente en los horarios laborales, de comidas, comerciales, e incluso televisivos. Sin embargo, el texto que se centra más en temas vinculados con la Conciliación de la Vida Personal, Familiar y Laboral nos lleva a plantear algunas cuestiones y no tanto en la cuestión del huso horario. 


Las cuestiones que planteo son las siguientes: ¿Es lógico este posible cambio? ¿qué supondría esto para España? ¿Este posible cambio tendría repercusiones en materia energética?

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Tormenta de verano


Casi todos los veranos tenemos algún contencioso con Gibraltar. Si no son por los bloques de hormigón lanzados al mar por las autoridades gibraltareñas, lo son por aceptar el arreglo de un submarino atómico británico , como hace años ocurrió con el Tireless, en su puerto, pasando por el cierre o la apertura de la verja o las colas ante la misma. 



Pero cada verano el tema Gibraltar , nace y muere, y vuelve a surgir al año siguiente. Admitamos, desde un primer momento, que Gibraltar es una anomalía. Resulta casi impresentable que dos estados que forman parte de la Unión Europea, como son el español y el británico, uno tenga una colonia en el territorio espacial que, por lógica, le corresponde al otro. Lo cierto es que en el caso de Gibraltar, no prevalece la lógica sino la historia, y , más concretamente, un tratado todavía en vigor, el de Utrecht. Los términos de dicho tratado firmado en 1713, continúa en la actualidad. 

Fue en agosto de de 1704 cuando el Peñón y la Plaza gibraltareños fueron ocupados por las tropas británicas del almirante George Rooke, durante la Guerra de Sucesión española. Y años después, el Peñón fue cedido al Reino Unido el 13 de julio de 1713 por el Tratado de Utrecht. Hasta el siglo XVIII Gibraltar fue un penal-pedregal inhóspito, prácticamente deshabitado, del que nadie se preocupó para nada. 
Desde hace 300 años el Peñón es a día de hoy la última colonia en el continente europeo, y sobre todo la fuente de inestabilidad diplomática entre España y Gran Bretaña. Las autoridades gibraltareñas parece que tampoco propician un acercamiento a España, más bien, lo encaminan a lo contrario. Lo cierto es que lo gibraltareños apuestan una y otra vez por no querer ser españoles y sus autoridades hacen todo lo posible para ello. 


Lee el siguiente artículo publicado por el diario “El Mundo” y firmado por el periodista Felipe Sahagún sobre la historia de las fallidas negociaciones entre ambos países por el Peñón gibraltareño, comenta tus conclusiones tras su lectura, e indica quiénes intervendrían, según el articulista, en una posible resolución del conflicto.