miércoles, 7 de diciembre de 2011

De aquellos barros, estos lodos

España ha sido un país que ha pasado mucha sed. El agua, mejor dicho, la carencia del agua, ha marcado algunos momentos de la historia de España. Cuando España entró en barrena tras la crisis del 98, un grupo de pensadores encabezados por Joaquín Costa se plantearon regenerar el país.




Joaquín Costa, el regeneracionista



El Regeneracionismo buscaba cambiar las bases del estado español de entonces, metido en guerras coloniales en África y dominado por el caciquismo y los oligarcas. Muchos españoles carecían de tierras y pasaban hambre. Era lógico buscar soluciones en un país que pasaba hambre. El planteamiento de Costa era simple. Si la rentabilidad del campo español estaba por los suelos, en parte por su carencia de agua y por basarse en una agricultura de secano, habría que llevar agua a todos los cultivos de España. Por un lado, se buscaba paliar el hambre y la escasez de alimentos, y por otra, suministrar energía. Para llevar esto hasta el final, lo razonable pudiera ser impulsar las obras hidráulicas. Costa buscaba que las obras tuvieran el menor impacto posible, de acuerdo a las ideas y la técnica de la época. Intentaba que no hubiera desplazados por anegar pueblos. La teoría de Costa se concreta en el I Plan Nacional de Obras Hidráulicas-del ministro de Fomento Gasset-de 1902 y leyes de 1905 y 1911 que ya permite que las obras de transformación en regadío sean construidas por el Estado.

Esta idea del llevar el agua a todos los lugares será retomada más tarde con Miguel Primo de Rivera. Durante su Dictadura se vuelve a retomar el mensaje de Joaquín Costa y se propone llevar a cabo una política de «cirujano de la mano de hierro» y de «Escuela y Despensa», aprovechándose de una ola de prosperidad en todo el mundo occidental. Por ejemplo, en Aragón va a tener especial repercusión la política hidráulica con la creación de la Confederación Sindical Hidrográfica del Ebro y que lleva a cabo entre 1926 a 1931 regadíos en 72.163 Ha. en el valle del Ebro con un presupuesto de 160 millones de pesetas (la misma inversión que en los veinte años anteriores y con una eficacia cinco veces superior).


Pantano inaugurado en época de Primo de Rivera



A la vez van surgiendo por toda España el resto de Confederaciones Hidrográficas, creadas en el año 1926 por Real Decreto Ley, viniendo definidas en la Ley de Aguas como entidades de Derecho público con personalidad jurídica propia y distinta del Estado, desempeñando un importante papel en la planificación hidrológica, gestión de recursos y aprovechamientos, protección del dominio público hidráulico, concesiones de derechos de uso privativo del agua, control de calidad del agua, proyecto y ejecución de nuevas infraestructuras hidráulicas, programas de seguridad de presas, bancos de datos,…. El agua embalsada parecía vertebrar el estado español. La Dictadura de Franco no abandona esta idea.


La España de Franco aumenta sensiblemente los grandes regadíos, más de 511.000 Hectáreas. entre 1955 y 1964, y entre 1939 y 1970 en más de un millón de Hectáreas., aumentando en más de 12 veces, como queda referido, las 83.000 Hectáreas de 1939. Y la capacidad de los embalses de 4.000 a cerca de 40.000 millones de metros cúbicos de agua diez veces más.





Francisco Franco inaugurando un Pantano


La idea de llevar agua a aquellos lugares que no la tienen se mantienen durante la transición democrática e incluso en estos once primeros años del siglo XXI dos planes o programas destacan para abastacer de agua a los territorios que tienen sed: la vertiente mediterránea de la Península. El primero de estos planes, el Plan Hidrológico Nacional, cuyo objetivo básico era llevar el excedente de agua del Ebro hasta las deficitarias cuencas del Júcar, Segura y Almanzora fracasará tras una fuerte oposición popular en algunas Comunidades y por parte de determinados grupos políticos.







El siguiente proyecto, el Programa Agua, apuesta por otro modelo de reparto de agua, en el que las desaladoras jugarán un claro protagonismo. Este proyecto, impulsado activamente desde 2004 parece haberse evaporado tras los años de lluvias de los últimos años.







En definitiva, hay todavía una parte de España en la que, en los años de sequía, se sigue pasando sed - a pesar de los embalses- y que, por unos o por otros, no ha podido redistribuir el agua excedente que se pierde en el mar. En todo caso todo, esto ha provocado que el agua se haya transformado en barro, y que de esos barros nos encontremos con estos lodos.





Valora los aspectos positivos y negativos del Plan Hidrológico Nacional y los de Programa Agua. Opta por uno y señala el por qué. Igualmente escucha esta canción de los 80 "Reggae los Monegros", del grupo oscense "Escoria Oriental" y extrae la ironía de su letra.

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