miércoles, 22 de enero de 2014

Cuando nos llamaban Charnegos

Este es un artículo que he encontrado en prensa y que voy a reproduciros parcialmente para que valoréis la emigración de los andaluces a partir de 1950 y los años 60 , en este caso a Cataluña, y como , a veces eran recibidos con un grito : 'Xarnegos, fora!'

Irse debía ser como morir un poco. Dejar atrás la familia, la casa, el pueblo. Pensar un día en volver. Cerrar las maletas. Dar un beso a la madre y subir al tren, viajar en el Catalán. Partir en busca de un futuro mejor. Como sucede ahora, había entonces una razón básica para marcharse: el trabajo, el porvenir, las oportunidades. Cataluña fue, en la década de los cincuenta, los sesenta y los setenta, la 'tierra prometida' para miles de andaluces. 
En 1930, unos 70.000 andaluces vivían en suelo catalán. Cuarenta años más tarde, en 1970, la cifra superaba los 840.000, más de un millón con los hijos ya nacidos allí. Es decir, casi la mitad del total de los andaluces que salieron de su tierra en la segunda mitad del siglo XX, unos dos millones de personas, se instalaron en Cataluña, a la que se llamó, acaso de forma exagerada, "la novena provincia" de Andalucía. 
La emigración andaluza es, sin duda, uno de los grandes fenómenos demográficos del siglo XX en España. Pero quedan muchos interrogantes. ¿Por qué tanta emigración andaluza? ¿Y por qué preferentemente a Cataluña? ¿Cómo les fue? ¿Y por qué una gran mayoría nunca regresó? Paradójicamente, hasta entonces, emigrar no era "una tradición andaluza". Sirva como ejemplo de lo anterior que, en Suramérica, la imagen del emigrante español está vinculada al gallego, no al andaluz. 
Yo añado aquí una cosa, desde Andalucía y especialmente desde Almería, sí hubo un desplazamiento de población hacia la zona de Orán (Argelia) y norte de Marruecos.

En el dossier 'La novena provincia. La emigración de andaluces a Cataluña', publicado por la revista Andalucía en la Historia (número 28), del Centro de Estudios Andaluces, un estudio coordinado por el profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona Martí Marín Corbera, desvela, por ejemplo, que el antecedente del fenómeno migratorio está en el éxodo rural a Barcelona vivido en la provincia de Almería entre 1916-20, a causa de la decadencia de la minería y las viñas. 
Otro aspecto interesante del estudio es la integración de los inmigrantes en Cataluña, proceso que llegó a ser, sobre todo en los años de posguerra, "una aventura penosa". A ellos se les imputará, particularmente en las primeras oleadas, toda suerte de tachas, desde la ignorancia a la delincuencia. En una carta pastoral de 1950 de Gregorio Modrego, arzobispo de Barcelona, decía lo siguiente: "Lo que más nos duele (...) es que el número excesivo de esos inmigrados da lugar, en gran parte, a la inmoralidad en nuestras urbes". 
El rechazo a los inmigrantes se visualizó en pintadas como "Xarnegos fora!" y el "Aquí termina Cataluña", que se podía ver a la entrada de algunos barrios. Un caso extremo que aparece en el estudio es el uso del calificativo "trogloditas" para referirse a las personas que vivían en las cuevas próximas a Barcelona, como publicó el periódico Solidaridad Nacional el 7 de septiembre de 1949. "Nos referimos a auténticos trogloditas, o sea gentes que provienen de los poblados subterráneos que abundan en las provincias de Jaén, Murcia y Granada". 

Por tanto, la acogida de los emigrantes "no fue precisamente una luna de miel", anota el profesor Marín Corbera. Las autoridades les acogieron con recelo, los alojaron en infraviviendas e, incluso, llegaron a poner en marcha una política organizada de expulsiones (unos 15.000, entre 1952 y 1957). Los empresarios los acogieron satisfechos de poder pagarles poco. Y los obreros catalanes desconfiaban de la dura competencia, en tiempos de bajos salarios y malas condiciones de trabajo. 
Marín Corbera añade, en este punto, que "fueron los propios inmigrantes quienes se integraron entre sí transformando el suburbio en barrio y escalando posiciones a pulmón en la escala socioprofesional de la industria local". 

"Al principio, la conexión con catalanes que no fueran autoridades, empresarios o sus representantes sólo pudo producirse con fluidez en el trabajo (...) El segundo escenario fue el de la asistencia social y el asociacionismo confesional católico, lo único que había quedado en pie tras la represión franquista", añade. 
"Si la acción conjunta en defensa de los intereses populares unía, la distancia y la obcecación en la diferencia podían separar -concluye el profesor Marín Cobera-. No fue una historia sencilla y nadie podría jurar a día de hoy que sea un tema completamente cerrado, aunque las pintadas hayan desaparecido y los choques entre comunidades afecten en el presente a nuevos emigrantes, llegados desde lugares más lejanos".
Definición según el Diccionari de l'Institut d'Estudis Catalans

Y yo añado que la presencia de los andaluces fue tan importante que en la primeras elecciones al Parlamento Catalán, celebrado en el año 1980, el Partido Andalucista, por aquel entonces, PSA, obtuvo dos actas de diputados en el Parlament de Catalunya y más tarde llegó a formar el grupo andalucista en el Parlamento catalán.
En la actualidad, multitud de catalanes son descendientes de andaluces. Significativamente, una de las fiestas más multitudinarias en Cataluña es la Feria de abril de Cataluña. ¿Pensáis que esta idea excluyente y peyorativa del andaluz (extremeño, murciano,...) como un charnego ha desaparecido?

3 comentarios:

  1. Pienso que no deberían de usar este término pero creo que si lo siguen utilizando. Los andaluces tuvieron una presencia importante en Cataluña, incluso participaron en las elecciones, por lo que su voto marcó una etapa política, ya que influyó su opinión. Al haber muchos andaluces en Cataluña , creo que sus descendientes no utilizarían este término despectivo hacia sus padres, pero los niños que sus padres sean los dos catalanes, le han podido trasmitir esta idea , por lo que la utilizarán con los demás niños que sus padres sean Andaluces.

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  2. Pienso que no ha desaparecido ya que todavía se da en la actualidad con los primeros emigrantes que aun viven porque son nacidos en otras tierras sin embargo con sus descendientes ya nacidos en Cataluña los cuales están plenamente integrados no se les considera tan despectivamente.
    En mi familia hay un ejemplo: mi tío fue a vivir a Cataluña para trabajar como vendedor de coches con sus dos hijos. Sus nietos, es decir, mis primos se consideran catalanes y no desean volver a Andalucía.

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  3. En mi opinión, no se deberían tener reproches con los inmigrantes ya que de una manera o de otra colaboran y ayudan al desarrollo del lugar donde se instalan. esto ocurrió hace unos años cuando los andaluces llegaron a Cataluña. Creo que a bastantes problemas se han tenido que enfrentar ya dejando su hogar, su familia etc. como para que tambien tengan que soportar nombres despectivos. Aunque no todo es asi, yo por ejemplo tengo familia en Cataluña, mi tio y mi primo son catalanes de nacimiento y mi tia es y se siente cordobesa, no ha aprendido catalan y no por eso alli se le trata de forma diferente.

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