“Yo tenía una granja en África…” De esta manera tan impactante comenzaba la película dirigida por Sydney Pollack en 1985 y que llevaba por título “Memorias de África”. Dicha película se basada en un libro de memorias de la escritora danesa Isak Dinesen. Aunque creo que, en el fondo, me inspira más para escribir esta entrada el haber conocido en 1982 la anécdota de que Albert Camus era hijo de españoles argelinos o, más recientemente, que uno de los actores protagonistas de la película francesa dirigida por Rachid Bouchareb en 2006, “Indigènes”, - un fim que nos cuenta la participación de los norteafricanos en la expulsión de los nazis de territorio francés -, era el sargento Martínez. Esto me confirmaba que hace unos años el Sur fue el Norte, es decir, que la emigración de los países hoy desarrollados de Europa optó por emigrar, en un momento dado y buscando un mejor futuro, a países del continente africano. En otras palabras, que las "pateras" y los "cayucos" iban en dirección contraria a la actual.
Todo se inició en el siglo XIX. La España de ese siglo vivía entre sus tradicionales crisis agrarias por fenómenos climatológicos adversos (sequías – inundaciones) y el eterno problema agrario. Ambos fenómenos conjuntados provocarán un amplio flujo migratorio con fines laborales y con destino al norte de África, concretamente a la región del oranesiado o la provincia de Orán en Argelia. En ese movimiento migratorio participaron muchos campesinos españoles del sudeste español que partieron principalmente de la franja existente entre Alicante y Almeria. No había problemas de adaptación a un espacio tan similar en el paisaje y el clima y a una actividad agraria para todos conocida.
Los franceses favorecerán esta labor migratoria al conquistar el territorio argelino para la gloria de Francia. Nos encontramos en la década de los 30 del siglo XIX. En esta franja del norte de África había viñedos, olivos, esparto y cereales que darán trabajo a este grupo de campesinos. Más tarde, a este colectivo se le unirán pequeños grupos de artesanos que asumieron las labores manufactureras y preindustriales de la zona.
En un primer momento esta migración con finalidad agraria era tan estacional, tan temporal o tan pendular como importante en el número de efectivos. Estos paisanos del sudeste español tan pronto iban a África como retornaban a casa una vez terminadas sus actividades profesionales. Con el tiempo la inestabilidad migratoria dará paso a otra migración, ahora definitiva.
Con la colonización europea fueron creciendo las desigualdades sociales en Argelia, sobre todo en relación a la población autóctona. Es en este punto cuando podemos enlazar esta situación con la que se nos describe en la película "Indigènes", en la que el sargento Roger Martínez, militar argelino de origen español, muestra una cierta superioridad sobre los argelinos “indigènes”. La situación se complicara cuando Argelia viva una inmigración interior de las tribus nómadas desde el sur hacia el norte del país especialmente notable a partir del año 1880 debido al hambre y a la miseria en la que viven en el desierto argelino.
Esta inestabilidad social provocará el retorno hacia 1881 de unos nueve mil españoles que ya se habían instalado en Orán y su territorio cercano. No obstante muchos otros permanecieron en territorio norteafricano llegando a convertirse en la mayoría europea en los distritos de Orán y Sidi-Bel-Abbés. Además, desde 1893, aquellas personas de origen extranjero pero ya nacidas en Argelia, fuesen hijos de franceses o no, podrían solicitar la nacionalidad francesa. Por lo que muchos españoles sucumben ante la posibilidad de convertirse en ciudadano francés. Eso sí, otros seguiran fieles a su madre patria.
Esta inestabilidad social provocará el retorno hacia 1881 de unos nueve mil españoles que ya se habían instalado en Orán y su territorio cercano. No obstante muchos otros permanecieron en territorio norteafricano llegando a convertirse en la mayoría europea en los distritos de Orán y Sidi-Bel-Abbés. Además, desde 1893, aquellas personas de origen extranjero pero ya nacidas en Argelia, fuesen hijos de franceses o no, podrían solicitar la nacionalidad francesa. Por lo que muchos españoles sucumben ante la posibilidad de convertirse en ciudadano francés. Eso sí, otros seguiran fieles a su madre patria.
Con el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914 y la recuperación de la economía española se estanca la emigración hacia Argelia. Pero una nueva crisis en el campo del levante español en los años 20 provocó una nueva oleada migratoria hacia el norte de África, aunque en niveles muy inferiores a los años anteriores a la Primera Guerra Mundial. En ese momento más que trabajadores del campo eran obreros semiespecializados los que se marchaban para trabajar en el incipiente sector industrial argelino.
La Guerra Civil española truncó esta emigración trabajadora española para transformarse en emigración política, pues unos quince mil refugiados republicanos que escapaban del franquismo buscarán cobijo en el norte de África, eso sí, no sin pasar grandes vicisitudes.
Entre 1959 y 1962 se producen los procesos de descolonización de Túnez, Argelia y los Protectorados español y francés de Marruecos. Fue un nuevo momento dramático en el que los emigrantes españoles, franceses e italianos o la de sus descendientes que vivían en la zona que ven como con una posible independencia puede conllevar una inminente expulsión. Y así fue con los Acuerdos de Evian de 1962 que preceden a la autodeterminación argelina la esperanza de miles de españoles y franceses por quedarse en Argelia se esfuma.
De Argelia regresan sin nada. Unos para España y otros, los que tenían ya nacionalidad francesa, serán acogidos en Francia. Éstos recien llegados procedentes de Argelia serán conocidos en Francia como los “pieds noirs”que recordarán, no sin amargura, la vida que disfrutaron sus bisabuelos, sus abuelos o sus padres en aquellas tierras.
Yo tuve una casa en África... Esta frase seguro que estuvo en su recuerdo.
Nota: Dar la gracias a Pascual Rosser Limiñana por su blog "Sosegaos". En el mismo viene esta magnífica historia sobre la emigración alicantina al norte de África. Agradecer igualmente a goear por ponernos esta banda sonora
Hola, soy MªÁngeles Muñoz.
ResponderEliminarMe pareció muy curiosa la foto de España al revés.
Si que es verdad que muchos españoles emigraron a África por motivos de trabajo, en mi familia hay un ejemplo. Mi abuelos emigraron a Marruecos a trabajar. A los pocos años volvieron a España y durante el tiempo que estuvieron aquí, nació mi padre. A los meses de nacer mi padre, volvieron a emigrar en busca de trabajo. Allí estuvieron hasta que mi padre cumplió los cuatro años. De su paso tempranero y corto por África, mi padre conserva algunas palabras árabes que ami me enseña de vez en cuando.
Mi familia es un ejemplo claro, de como Marruecos y la parte norte de África era el un lugar de emigración para la población de esa época.