martes, 18 de diciembre de 2012

Nunca a gusto de todos

Como hemos visto en clase en España tenemos 14 parques nacionales. Cada uno de ellos representa un espacio de singular valor desde el punto de vista medioambiental. Pero la lista no tiene que ser entendida como un punto y final, sino como un suma y sigue. Desde algunas esferas del ecologismo activo se viene últimamente promoviendo que otro espacio se incorpore en un futuro próximo a esta red de máxima protección medioambiental. De hecho en el mes de septiembre de este año se llevó al Consejo de Ministros el proyecto de ley por parte del Ministerio de de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Ese espacio se ubicaría entre la Sierra Norte madrileña y la parte Sur del Sistema Central gestionado por la Comunidad de Castilla y León , especialmente en parte de las provincias de Ávila y Segovia, lo que daría lugar a lo que se pudiera conocer en un futuro próximo como el Parque Nacional de las Cumbres de la Sierra de Guadarrama, que en parte hoy está protegido como Parque natural.
El proyecto trata de proteger los once ecosistemas diferentes presentes en la Sierra de Guadarrama, algunos de ellos de alta montaña mediterránea únicos en la Península. En total, en la zona que en el posiblemente 2013 será declarada Parque Nacional hay más de 1.280 especies diferentes, de las que 13 están en peligro de extinción, más de 1.500 plantas autóctonas y 30 tipos de vegetación distintos. Sin embargo, la noticia al parecer no satisfizo a todo el mundo. Por ejemplo, Ecologistas en acción criticó que la zona prevista como de máxima protección fuese muy reducida y que se quedaran fuera de este espacio zonas de alto valor ecológico como los montes de Valsaín, a pesar de ser propiedad del Organismo Autónomo Parques Nacionales y albergar importantes poblaciones de águila imperial y buitre negro; o los pinares de la cuenca alta del Lozoya, que alberga la mayor colonia de buitre negro de la Comunidad de Madrid.
Bosque de Valsaín 

Las principales críticas de la organización se basan en que se ha incluido con exclusividad suelo público y excluyendo casi totalmente el suelo de propiedad privada; la inclusión entre el terreno protegido de zonas de escaso valor, como los pinares de Navarredonda, y por el contrario excluye, además de la ya nombradas el monte de La Cinta, propiedad de la Comunidad de Madrid, que acoge los mejores bosquetes y rodales de tejos de la región; la permisividad en a zona de usos incompatibles y no suficientemente justificados, como el sobrevuelo de aviones a menos de 3000 metros de altitud; y dejar la gestión del Parque en manos exclusivamente de la Comunidad de Madrid y la de Comunidad de Castilla y León, sin una unidad de gestión.
Como vemos de la felicidad que podría suponer el pasar a tener otro espacio natural como el máximo grado de protección pasamos a las quejas por no abarcar más territorios. Como dicen los agricultores, nunca lleve a gusto de todos.
Como trabajo para el comentario os propongo que reflexionéis sobre la declaración y la posición de ecologistas en acción, y que incluyáis - además de las especies nombradas- el valor tendrá en un futuro este parque en el plano de la biogeografía, especialmente en la vegetación.

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