viernes, 16 de marzo de 2012

Alimentación y dinero

Tomatera durante el riego - Banco de imágenes ITE.


La verdura es uno de los grandes pilares de la dieta mediterránea. Todas las zonas ribereñas de los cursos medios y bajos de los ríos españoles son muy áreas propicias para el desarrollo de esta producción en especial, y de la agricultura en general. Con todo las zonas más productivas de España en este sector se sitúan en el área levantina, en la región de Murcia, en la provincia de Almería, así como en la ribera del Ebro, con especial incidencia en La Rioja, Navarra y Aragón. La agricultura en estos lugares es especialmente rentable.
La agricultura contempla todo un conjunto de técnicas y conocimientos para cultivar la tierra. Su nombre procede del latín, significando literalmente cultivo de la tierra y está formado por dos términos también latinos: “agro” campo y “cultura” ‘cultivo, crianza’. Al campo evidentemente hay que criarlo. A veces, se le cuida bien, pero en ocasiones se le maltrata.
El campo vivió una profunda transformación a finales del siglo XVIII en Gran Bretaña. Pero será a partir del siglo XX cuando los campos de los países desarrollados gracias al proceso de mecanización darán su mayor paso en los niveles de producción. El cambio ha sido tremendo: un agricultor que inicios de ese siglo podría alimentar de 2 a 5 personas, mientras que hoy, gracias a la tecnología, a los productos agroquímicos y las variedades actuales, ese mismo agricultor podría alimentar a 130 personas. Lo más llamativo es, indudablemente, el aumento de la productividad.
Cosechadora. Banco de Imágenes ITE


Este elevada productividad se ha realizada en base a lo que se conoce como agricultura industrial, una agricultura basada sobre todo en sistemas intensivos, y enfocada a producir grandes cantidades de alimentos en menos tiempo y espacio – aunque con mayor desgaste ecológico-, dirigida a mover grandes beneficios comerciales.



Frente a ella nos encontramos una agricultura ecológica, que puede recibir otros nombres como agricultura orgánica o biológica. Se trata de un sistema para cultivar una explotación agrícola autónoma basada en la utilización óptima de los recursos naturales, sin emplear productos químicos de síntesis, u organismos genéticamente modificados - transgénicos - ni abono químico ni para combatir las plagas-, logrando de esta forma obtener alimentos orgánicos a la vez que se conserva la fertilidad de la tierra y se respeta el medio ambiente. Es una apuesta a una agricultura sostenible y equilibrada.
La superficie de esta agricultura ecológica está creciendo en España. Concretamente en la provincia de Córdoba es importante en el sector del olivar, pero también en cereales, frutos secos, cítricos o viñedo. Ocupa alrededor de 114.500 hectáreas, un 20% más que en el año 2010, según publicó hace unos días en su informe la Delegación Provincial de Agricultura. En dicho informe se refleja igualmente la existencia en nuestra provincia de 1.566 operadores y 149 industrias ecológicas.
El olivar, con 22.150 hectáreas, es el cultivo con una mayor implantación siendo Córdoba la primera provincia andaluza en este cultivo, al contar con 46 almazaras reconocidas y comercializar el 75% del aceite ecológico andaluz. Tras la elevación de superficie del olivar, también destaca la ampliación de la zona de cereales, que ocupan 7.120 hectáreas (+10%).



Olivar. Banco de Imágenes del ITE

El otro aprovechamiento en el que también se mantiene Córdoba como la provincia con mayor peso en Andalucía es la ganadería vinculada a la dehesa. El número de explotaciones asciende a 648, contabilizándose en la provincia 113.350 cabezas de ganado ecológicas.


Ganado Vacuno de raza retinta en una dehesa - Banco de imágenes ITE


Solo en Andalucía la superficie de agricultura ecológica se acerca al millón de hectáreas (983.244) y hay 562.000 cabezas de ganado. Además, se contabilizan cerca de 10.000 operadores y 823 industrias. Este sector ecológico genera en Andalucía 20.000 empleos y más de 157 millones de euros de renta agraria.
Los productos etiquetados como ecológicos son evidentemente más naturales, pero también más caros. Entrando aquí en una cuestión clave para el debate ¿qué preferimos como consumidores pagar más por un producto ecológico o pagar menos por uno industrial? ¿Qué consecuencias tiene para el medioambiente el uso de la agricultura “industrial”? ¿Cuál es la mejor para responder a los mercados y a la producción alimentaria?

1 comentario:

  1. Cristina Estévez Domingo.
    Como consumidores siempre se prefiere pagar menos por un producto. Sin embargo, a veces hay que decidir si merece la pena pagar más por un producto siendo de más calidad.
    Las consecuencias que tiene para el medioambiente el uso de la agricultura "industrial" es que no se obtienen hortalizas y frutas de calidad al utilizar abonos y al no ser ecológicas.
    La mejor para responder a los mercados y a la producción alimentaria es la agricultura industrial ya que es una agricultura intensiva y mecanizada de la que se obtiene una mayor productividad que la ecológica.

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