domingo, 22 de abril de 2012

Ruinas y sombras

El pueblo de Pueblonuevo apareció en el siglo XIX gracias a las explotaciones mineras que tuvieron lugar. La leyenda vincula el nacimiento del pueblo a un famoso perro llamado "Terrible" vivía en el "nuevo pueblo" y que atribuyen a este lindo pulgoso el descubrimiento del yacimiento de carbón. Pueblonuevo se unirá a Peñarroya en 1927, cuyos núcleos de población se hallan contiguos.



La importancia de los yacimientos carboníferos propiciarán la llegada de compañías mineras, fundamentalmente francesas al lugar. El primer Cerco Industrial se levanta frente a Pueblonuevo del Terrible en 1875 por la Hullera Belmezana, aprovechando para exportar los productos mineros la línea férrea entre Belmez y el Castillo de Almorchón y la terminación del ferrocarril entre Belmez y Córdoba.

En estas fechas acuden a la zona multitud de inmigrantes de la provincia, de Badajoz y, posiblemente, del norte de Sevilla. Además se instala allí una colonia francesa que trabaja para la a la multinacional Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya (S.M.M.P) que asumirán los trabajos de gestión y dirección de la empresa. También vienen también a la localidad portugueses e italianos.




Es en la primera década del siglo XX, cuando la cuenca minera de Peñarroya-Pueblonuevo se constituye como uno de los más importantes polos industriales de Andalucía, superando a las minas de Linares en Jaén y El Pedroso en Sevilla, compitiendo con las de Río Tinto, éstas controladas por los ingleses. En este pueblo se instalan industrias con fundición de plomo, una central térmica, un taller de desplatación, otro de productos químicos, etc. Al llegar a 1914 se produce un vertiginoso crecimiento llegando a alcanzar entre ambas los 24.000 habitantes.


La Guerra Civil afecta y dada la importancia del núcleo minero e industrial, Peñarroya-Pueblonuevo se convierte en prácticamente primera línea de frente, sufriendo frecuentes bombardeos artilleros y aéreos durante toda la contienda. Posteriormente, la fuerte represión favorecería el abandono masivo que favorecería la inmigración de nuevos grupos en busca del trabajo en la minería y la industria.
Será en los años 40 cuando se sobrepasaría la cifra de 30.000 habitantes; según el Censo de 1950 tenía entonces 27.728 habitantes (INE).
Tras la aplicación del "Plan de Estabilización" de 1959, comienza el repliegue de la empresa francesa de Peñarroya, marcado por un progresivo cierre de las instalaciones industriales, y la creación de Encasur, empresa que mantiene las explotaciones mineras hasta hoy. Hoy la población no llega a los 12.000 habitantes (11.778 en 2011).
Los franceses dejaron su impronta en gran parte de edificios del pueblo visibles en el antiguo hospital de la SMMP (Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya), construido hacia 1928, en el llamado barrio francés en el que se ubicaban las casas de los directivos de la SMMP, formados por chalets se apreciaba el estilo francés; el edificio del Milton Livesey College, antiguo local Sociedad Minera, o en la actual Biblioteca Municipal.
No obstante destaca en el pueblo la enorme nave que sirvió de Almacén central construido con unas dimensiones gigantescas hacia 1910, pues sobrepasa los 14.000 m2, y en ella se observa claramente el diseño de Eiffel con sus pilares y estructuras metálicas enormes, en la que todavía pueden apreciarse la doble vía del ferrocarril que avanzan hacia los muelles de carga y descarga del interior, dada que la empresa centralizaba desde allí las existencias de todo tipo de mercancías o las naves de la fundición y restos de laboratorios, con algún edificio fechado en 1891, donde se fundían los metales nobles, oro y plata.
En 2006 se cerró la última mina a cielo abierto y hoy, como reflejo de esta decadencia, sólo quedan cien personas trabajando en esa zona.
Hoy, y si has visto el video lo habrás comprobado, el cerco industrial de Peñarroya-Pueblonuevo es una gran ruina, una sombra de lo que fue, una historia que empezó siendo Terrible - por el perro- y que industrialmente ha terminado igual.

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