sábado, 14 de abril de 2012

Una buena paella


Aunque estemos viendo el tema de la pesca, no podemos olvidarnos aún de la agricultura, pues estamos en el sector primario y seguimos con el tema alimentario. Entre otras cosas, no olvidemos que el Ministerio de Pesca y Agricultura son el mismo y que conjuntamente con el tema alimentario y medioambiental forman el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente forman la disciplina que maneja el Ministro del ramo, Arias Cañete. Pues bien, la entrada trata sobre una noticia que acabo de leer en prensa. Se trata de la denuncia de un fraude ¿cuál? La venta de arroz destinado a la alimentación animal como alimento para los humanos.
El diario “El mundo” en su edición de hoy nos comenta que se han detectado partidas de arroz que algunos grupos alimentarios no tienen reparo en colocar los lineales de consumo general, esto es, humano en los supermercados y grandes superficies, aunque el producto originario se destina a la alimentación para perros.
El artículo señala como “El fraude consiste en destinar a ofertas habituales de marcas de distribución un arroz con un elevado porcentaje de granos partidos, hasta el punto que puede apreciarse inmediatamente cuando se cocina el producto. En la reglamentación actual está estipulado que cuando se supera el porcentaje del 7,5 por 100 de granos partidos, ese arroz se destina a consumo animal, básicamente para la alimentación de perros”.
Eso sí, habitualmente el arroz destinado para la alimentación canina es presentado en formatos grandes con mezclas de cordero o pollo e incluso lo presenta como un arroz con sabor para que al perro le guste más.
Señalar que este arroz no es un problema que pase a la cadena alimentaria, aunque lo que ocurre es que al estar partido el arroz éste suelta más algodón con lo que el arroz tenderá a pegarse o a convertirse en una pasta, en vez de estar los granos sueltos.
La cuestión es que ese arroz, de evidente peor calidad, tiene un precio muy inferior y por tanto los que están dando el 'cambiazo' en el producto lo hacen por un motivo económico. Y, como no advierten de la disminución de calidad, se trata de un fraude económico y un engaño al consumidor.
Esta importación de arroz de mala calidad resulta paradójica pues los arroceros españoles de Andalucía, Comunidad Valenciana, Extremadura y Delta del Ebro, que producen un arroz de buena calidad, que además lo tienen almacenado en sus cooperativas y sin encontrar salida al mercado. El problema radica en que los grandes compradores que comercializan el arroz lo quieren compran a precios bajos y algunos prefieren abastecerse en los mercados lejanos y baratos.





Imagen de un arrozal en Extremadura



Desde varias cooperativas arroceras se denuncia esta práctica cada vez más frecuente y que los arroces que se venden con un alto índice de granos partidos sólo pueden proceder de terceros países, posiblemente de Corea o Vietnam. Además, el porcentaje de granos partidos que se detecta en estos arroces baratos (algunos también lo ofrecen al precio habitual) llega incluso a superar el 50% o está prácticamente todo roto, como si procediera de cosechas malogradas.




Mapa de las cooperativas arroceras asociadas "Copsemar"



Estas importaciones de arroces de mala calidad provocan también que las ofertas a los cultivadores nacionales se queden en 54 céntimos el kilo, pese a que el producto de buena calidad no consiga ser comprado a 60 céntimos, el precio correspondiente a las categorías habituales.
Y ahora os dejó pues tengo el arroz en el fuego y no quiero se me pegue.Ya os contaré cómo ha salido.

2 comentarios:

  1. Hola, soy MªÁngeles Muñoz.

    Desconocía esta noticia y por lo tanto me ha sorprendido mucho. No sabía que cometían este tipo de fraudes con el arroz, pero a partir de ahora tendré más cuidado con el arroz que compre.

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  2. Cristina Estévez Domingo.
    Me ha resultado muy interesante este artículo al desconocer este fraude. Además veo que este fraude es muy grave para los consumidores ya que están pagando un arroz de mala calidad.

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